GREGORIO ALBARRACIN: GUERRA DEL PACIFICO
A su llegada a Tacna crea el Escuadrón Tacna compuesto
por cincuenta hombres y entre ellos su hijo Rufino.
Campaña de Tarapacá
El 18 de noviembre de 1879 llega a Jazpampa el chileno José Francisco Vergara con
el fin de reconocer la llegada del ejército boliviano. En su apoyo es enviado a
Dolores el chileno Rafael Sotomayor con
1.000 jinetes. Albarracín al observar a lo lejos tropas chilenas organiza dos columnas
de 25 jinetes y separados 10 metros y ordena avanzar. Desde Jazpampa Vergara
observa la gran polvareda y posiblemente cañones y supone que es el ejército
boliviano. De igual manera Sotomayor observa desde Dolores la gran polvareda.
Albarracín ordena continuar e intercambian fuego. La acción de Tana finaliza
logrando Albarracín pasar por en medio de las tropas enemigas.
Se incorpora al ejército de Juan Buendía y le comunica la retirada de Daza hacia
Arica. Los jinetes de Albarracín realizan incursiones nocturnas a campamentos
chilenos así como ataca la retaguardia enemiga. Su compañía participa en la Batalla de San Francisco y
la Batalla de Tarapacá.
Después de la Batalla de Tarapacá el Escuadrón
Tacna es el último en retirarse de la región y el 27 de enero de 1880 se realiza un combate en Camarones
entre los jinetes de Albarracín y los granaderos de la caballería chilena y que
fue la última acción de armas en la zona.
Campaña de Tacna y Arica
Conocido el desembarco chileno, el contralmirante Lizardo Montero envía al coronel Gregorio Albarracín al
mando de los Flanqueadores de Tacna a realizar acciones de
reconocimiento y hostigamiento a las tropas chilenas, de lo cual cuenta el
diario del soldado chileno Alberto del Solar.
Eran conocidos, sin embargo, en el cuartel general -y
hasta los conocíamos nosotros- los siguientes datos: el famoso Albarracín, bien
montado y con no despreciables fuerzas de caballería, merodeaba por los
alrededores: su objetivo principal era destruir los elementos que pudieran
sernos de alguna utilidad; su anhelo, atraernos a emboscadas y atacarnos por
sorpresa. .
El 1 de abril Albarracín es informado por Juan Mc Clean
que una columna chilena se encontraba en Chironta y que habían capturado a
Celestino Vargas, así que Albarracín decide dirigirse al pueblo de Locumba
donde ataca a los chilenos que se encontraban allí en el Combate de Locumba. El jefe
chileno y tres soldados consiguieron montar y evadirse del enfrentamiento,
logrando llegar a Moquegua. Hubo ocho muertos chilenos y el
resto prisioneros que fueron enviados a Tacna y
luego La Paz.
Este hecho motivó la movilización de una columna chilena,
de 600 soldados al mando del comandante José Vergara, con el objetivo de
enfrentar a Albarracin. Albarracin se replegó hacia Mirave, y de allí se
dirigió hacia el sur, rumbo a Sama. Vergara que venía en busca de Albarracin se
desplazo hasta Ilabaya, y desde aquí se orientó hacia Sama.
Albarracín reúne a los vecinos de Sama para enfrentar a
Vergara y el 18 de abril de 1880 se realiza el Combate de Buenavista que inicia
cuando Albarracín ataca a la avanzada del alférez Souper quien se retira deñ
valle, para luego enfrentarse a 450 hombres al mando de Tomás Yábar, siendo
Albarracín quien ataca primero y se retira a Tacna. En el valle quedaban los
sameños que sin armamento fueron diezmados en los pajonales de Sama.
Albarracin después participa en la Batalla del Alto de la Alianza,
primero capturando una avanzada chilena que le informa sobre las tropas
enemigas antes de la batalla en Quebrada Honda y luego como
comandante de la caballería peruana con los escuadrones Húsares de
Junín, Gendarmes de Tacna, Guías y Flanqueadores
de Tacna que se sitúa en el ala derecha de Lizardo Montero. Luego de la derrota aliada el 26 de mayo de 1880, se dirige a Tarata donde participa en el consejo de guerra del
Ejército del Sur realizado el 30 de mayo de 1880. Allí se decide marchar hacia Arequipa
por Puno, llegando a Arequipa el 9 de junio.
Albarracin es informado de la ocupación chilena de
Tarata, así que decide retornar a la sierra de Tacna y junto a Leoncio Prado y Juan Luis Pacheco de Céspedes participan
en el Combate de Palca1 el 16 de julio de 1880 y el Combate de Tarata el 21 de julio de 1880 donde las guerrillas peruanas
resultan victoriosas frente a la división de Orozimbo Barbosa
Campaña de la Breña
En julio de 1881, junto con sus hijos Moisés y Miguel, es
agregado del Estado Mayor del gobierno de Piérola en Ayacucho.4 El 10 de noviembre, al mando de un grupo de
gendarmes, defendiendo el gobierno de Piérola, derrota en el río Apurímac a los húsares que estaban al mando del
coronel Ibarra, prefecto del Cusco y que defendía el gobierno de Francisco García Calderón.5 Albarracín estuvo defendiendo Apurímac hasta la
renuncia de Piérola a la presidencia de Perú el 28 de noviembre de 1881.
En 1882, Albarracín se dirige a Tarata donde organiza una guerrilla con cien hombres.
Enterado del retorno de Albarracín a Tacna,
el comando chileno envía al escuadrón "Las Heras" con 180 hombres al
mando de José Francisco Vergara quien
se dirige hacia Tarata a preparar una emboscada.
Luego envía al capitán Matta con 25 hombres hacia Chucatamani (hoy Héroes
Albarracín).
Con el fin de reconocer la avanzada chilena Albarracín y
12 guerrilleros, entre ellos su hijo el teniente Rufino Albarracín. Para
reconocer Chucatamani envía al capitán José Morán, quien no encuentra enemigos
en el pueblo y avanza hasta "El Balcón" donde es emboscado por Matta,
muriendo Morán.
El 2 de octubre de 1882, Albarracín y sus 11 guerrilleros
avanza esperando las noticias de Morán, pero en Saucini se enfrenta a Matta y
sus 25 soldados. Allí sucede el siguiente diálogo entre Matta y Albarracín.
- (Matta) ¡Ríndase
coronel Albarracín!
- (Albarracín) ¡Un
coronel peruano no se rinde jamás!
En el combate en Saucini mueren 15 chilenos y 9 peruanos
entre ellos Rufino Albarracín y Gregorio Albarracín.
Consumada la acción de los cadáveres del coronel
Albarracín y de su hijo Rufino fueron conducidos a la plaza del pueblito de Chucatamani encargando
a los afligidos vecinos que los enterraran, el coronel lucía una enorme herida
de sable en la cabeza y varias de bala. Sus restos fueron velados y sepultados
en Chucatamani, luego
en Tarata y después en Tacna en
agosto 1884. En julio de 1908, los resto de Gregorio y Rufino Albarracín fueron
enviados a Lima donde se encuentran sepultados en el Panteón
de los Héroes.
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